AUTORES: Gabriella Campbell y José Antonio Cotrina
EDITORIAL: Plataforma Neo
NÚM. PÁGINAS: 377
PRECIO: 17€
ISBN: 9788415880851
LIBRO ÚNICO
Dormir ha pasado a la historia en Ciudad Resurrección. Gracias a un sofisticado proceso que se creó durante la guerra, ya nadie malgasta ocho horas diarias en el descanso. Pero el cerebro humano sigue necesitando soñar. Por eso, una red controlada por el Gobierno elabora sueños artificiales, según las necesidades del inconsciente de cada individuo, con el fin de poner a punto la mente en pocos minutos.
Una misteriosa joven aparece en los sueños de dos chicos muy diferentes: Ismael es el hijo de un artesano onírico clandestino de los suburbios; Anna es una privilegiada que vive en las alturas de la ciudad, hija de una importante burócrata. La joven les suplica que la salven, que la liberen de la oscuridad. Anna e Ismael se sienten inmediatamente atraídos por ella, y pronto descubren que no han sido los únicos que han recibido esas enigmáticas visitas. Pero ¿existe esa chica en el mundo real?
Solo hay una manera de averiguarlo: adentrarse en el mundo onírico, donde no sirven las leyes de la lógica y la imaginación es la única vía para sobrevivir.
OPINIÓN
Cuando comencé a leer este libro no tenía ningún tipo de expectativas, sólo la promesa de una historia original, tal y como nos ofrecía la sinopsis. Y aunque me he encontrado eso que esperaba, no he disfrutado tanto de la novela como me hubiese gustado.
En un ambiente futurista y en un mundo masificado y devastado por la guerra, el libro nos presenta una sociedad que ha dejado de dormir y soñar. Debido a los avances en la tecnología durante la contienda, los que se sumaron a la revolución onírica renunciaron a las tradicionales horas de sueño, con el fin de estar activos y lúcidos todo el día. Aunque más tarde se demostrase que, a pesar de que el ser humano no necesita dormir, sí que necesita soñar. Y así empezó la artesanía de los sueños: personas que eran capaces de crear ilusiones con las que la gente pudiera descansar un par de horas al día. Ismael es hijo de uno de esos artesanos, ilegales ahora, y por eso cuando una chica se cuela en uno de sus sueños para pedirle ayuda, sabe que algo malo está pasando. Junto con otros adolescentes que recibieron el mismo mensaje de socorro, se embarca en una aventura que lo marcará para siempre.
Las primeras páginas sumergen al lector en una incertidumbre constante. Las incógnitas que se plantean, el desconocimiento del mundo creado por los autores (y que poco a poco se nos va descubriendo) y las ganas de saber qué sucederá a continuación, me impidieron desprenderme del libro. El elemento de la chica misteriosa y el funcionamiento de los sueños creo que fueron los elementos que más me intrigaron en un principio. No obstante a medida que avanzaba la trama y tanto Ismael como el resto de protagonistas, Anna, Vito, Aaron, Sammy y Dominic, se metían en la boca del lobo para finalmente desentrañar los misterios y los entresijos de una sociedad no tan idílica, fue perdiendo intensidad para mí. Tenía la sensación de que todo se resolvía con facilidad, porque claro, estaban en el mundo de los sueños, ¡cualquier cosa podía ocurrir! Y así mismo me disgustó no conocer mejor a los personajes, no contactar con ellos. Es como si fueran meros conductores de la trama, pero si ser parte real de ella.
A pesar de estos aspectos negativos, tengo que destacar que me ha encantado la narración. Es muy sencilla, sí. Pero amena y fácil de seguir, sin trabas, centrándose en lo importante. Quizá la trama sí que es bastante lineal, pero no he leído nada de los autores con lo que poder compararlo. También me ha gustado mucho la originalidad de la novela. El tema de los sueños, la idea de convertirlos en algo moldeable, que se pueda hacer “al gusto”, me ha parecido sencillamente espeluznante. Y me ha hecho pensar en todas aquellas cosas que el ser humano tiene la necesidad de controlar, sin pararse a pensar que en algunos casos, hay que dejarlo todo como está. Sinceramente, ¿os imaginaríais vivir en un mundo donde compráis los sueños que queréis tener y no dormís nunca? Yo no. Y eso que no es que disfrute mucho durmiendo, pero me parece tan natural y necesario, el descanso del cerebro, que cualquier otra realidad “posible” sería nuestra perdición. Además, no todo son sueños bonitos, también nos habla de las pesadillas, de cómo vemos nuestros propios miedos e inseguridades más oscuras reflejadas en ellas, en forma de metáforas que a veces no logramos comprender, pero que están ahí. De esta forma la novela, además de la ciencia ficción, la distopía y la fantasía, mezcla elementos también del terror, que sinceramente, me provocaron más de un escalofrío.
En definitiva,El fin de los sueños es una novela que, aunque me ha parecido bastante lineal y cuyos personajes no me han parecido memorables, sino todo lo contrario, debido a la falta de fuerza que tienen, he disfrutado bastante debido a la mezcla de elementos de la ciencia ficción, la fantasía y el terror. Además de una narración muy acertada, que me mantuvo enganchada todo el tiempo.
