Reseña: Eleanor & Park

Con una portada tan simple y a la vez tan evocadora, da la sensación de que tenemos algo frágil y delicado entre las manos. Cuando te introduces en la historia, te das cuenta de que la portada refleja claramente el carácter del libro.

Todo comienza cuando una chica nueva se monta en el autobús del instituto. Con un pelo imposible de domar y una vestimenta poco discreta, atrae la atención de todos los alumnos. Nadie deja que Eleanor se siente a su lado, aunque finalmente, y de mala gana, Park se lo permite. A partir de entonces, los incómodos viajes en bus, se irán convirtiendo en el mejor momento del día para ambos.

Creo que todos, a los dieciséis años, hemos estado más preocupados de lo que piensan los demás que de lo que sentimos nosotros mismos. Nos esforzamos por “encajar”, intentar ser “normales”, cuando esos términos en realidad no tienen ningún sentido, sobre todo si por ellos dejamos de respetarnos a nosotros mismos. Eso es lo que les pasa a Eleanor y Park, especialmente a este último, ya que, sin ser el típico chico popular del instituto, todo el mundo le respeta. Pero los sentimientos van surgiendo entre ellos poco a poco, con timidez y torpeza. Porque Park tiene miedo a que su situación en el instituto cambie, y porque Eleanor es insegura y no tiene mucho aprecio propio. Sin duda, la situación de Eleanor es la que más me ha conmovido en todo momento. Tiene que hacer frente a unos problemas familiares que ni siquiera puedo imaginar, esforzarse por conectar con sus nuevos compañeros y aprender a quererse un poco más. Además Eleanor no es la típica chica mona que cree que es feilla pero no y termina gustando a todo el mundo y todo eso. Es una chica normal, con algún kilo de más y pelo revuelto, que tiene que aprender a aceptarse y quererse.

Eleanor & Park es una de esas novelas sencillas que esconden una historia entrañable. En realidad no tiene nada de especial, ni es un torrente de aventuras ni nada por el estilo. Pero de alguna forma consigue mover por dentro al lector. Los personajes y sus vivencias son reales, creíbles y en más de un momento puedes sentirte identificado con sus actitudes. Tiene ese toque frágil que os comentaba, especialmente en la historia de amor, que se va desarrollando poco a poco, con lentitud y paciencia y que la autora nos describe con un cariño inmenso. Porque otro aspecto positivo que tiene la novela, a mi parecer, es el uso que hace de oraciones cortas y concisas, que con pocas palabras esconden grandes significados. Tenía la sensación de que cada una de esas oraciones era un latido de Eleanor o Park. Ahora llamadme cursi, pero he disfrutado mucho leyendo una obra tan bonita.